La rotación de personal…un verdadero dolor de cabeza

Evitar la fuga de talento y lograr que el personal se sienta motivado y comprometido se ha convertido en el dolor de cabeza de muchos empresarios, ya que algunos de sus trabajadores no desarrollan un vínculo estrecho con la compañía y deciden retirarse en el curso de los primeros meses de labor.

Según los expertos, se necesitan 6 meses para que un empleado nuevo logre la productividad esperada, 18 meses para que se integre a la cultura de la empresa y 24 para que conozca las actividades y estrategias. Teniendo en cuenta estos indicadores, muchos de ellos no alcanzan ni siquiera a terminar el ciclo de capacitación y ya tienen que ser reemplazados.

Esta deserción temprana, ocasiona grandes pérdidas de tiempo y dinero en reclutamiento, selección y entrenamiento de personal, debilita el trabajo en equipo, baja la moral del resto de los empleados, genera desconfianza por parte de clientes y proveedores y le entrega a la competencia personal capacitado. De otro lado, el empleado que se va se lleva consigo información crítica y secretos comerciales de la empresa.
Para contrarrestar los efectos negativos de la rotación de personal y evitar que se convierta en un círculo vicioso, hay que revisar y mejorar los procesos de selección, implementar un esquema de contratación que brinde seguridad para los empleados, y alinear los intereses de los trabajadores con los objetivos de la empresa a través de programas que busquen su felicidad y la de su entorno familiar. Un empleado valorado y agradecido siempre trabajará comprometido y difícilmente querrá irse.
Sin embargo, la puerta seguirá rotando porque a las empresas tampoco les conviene que su personal se estanque, se envejezca o se quede en su zona de confort. Lo importante es lograr un buen equilibrio entre los que entran y los que salen, para que sólo se queden los que se distingan por su nivel de compromiso, talento y valores personales.